Thursday, June 13, 2013

Chile: Fallece padre Roberto Bolton, “el cura obrero”, activo defensor de los DD.HH. en dictadura

 
 


El padre Bolton fue un activo defensor de los DD.HH. en dictadura. Hoy a las 21 horas se oficiará una misa en la comunidad Cristo Liberador de Villa Francia.
A los 90 años de edad falleció el padre Roberto Bolton, conocido también como “el cura obrero”, emblemático defensor de los derechos humanos durante la dictadura.


El padre Bolton, trabajó en la educación de seminaristas y participó activamente en el llamado Grupo de los 200, formado por sacerdotes, religiosas y laicos que antes del golpe de Estado de 1973 buscaba un mayor compromiso con los pobres por parte de la Iglesia, acentuando el sello pastoral a diferencia de los “Cristianos por el socialismo” que enfatizaban, además, el compromiso político.


Producido el golpe militar, trabajó clandestinamente con un grupo que buscaba asilo para los perseguidos políticos y facilitaba su ingreso a las embajadas. Se fue a Villa Francia, invitado por Mariano Puga -donde vivió hasta hace poco-.


Trabajó diez años como sacerdote obrero en un consultorio de salud, sin dejar de participar en actividades antidictatoriales como la distribución de Policarpo y No podemos callar, publicaciones clandestinas en defensa de los derechos humanos.


Fue uno de los fundadores, además, del Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo, formado por religiosos, religiosas y laicos cuyas acciones públicas de denuncia y resistencia pacífica tuvieron mucha repercusión.


La conferencia episcopal comunicó que hoy a las 21 horas se oficiará una misa en la comunidad Cristo Liberador de Villa Francia “por el eterno descanso” del padre Roberto Bolton García.

Radio Universidad de Chile


EL LIBRO DE ROBERTO BOLTON

Fue Piero Biggio el que en 1974 negó tres, cuatro, miles de veces a Jesucristo. Por suerte después de todas esas veces, cuando sus colegas no aceptaron su acción, fue cuando reculó y no entregó a una potencial y casi segura muerte, desaparecimiento y de innegable tortura, a una veintena de perseguidos por la dictadura que habían escalado el muro de la Nunciatura apostólica en Santiago de Chile, la embajada del Estado Vaticano en nuestro país, para refugiarse de las constantes persecuciones y búsquedas de que eran objeto por parte de los militares. Fue Piero Biggio, quién negó asilo, quién varias veces dijó nó y que incluso ordenó traer a la policía del régimen para solucionar de un golpe en la mesa la situación de los acosados ciudadanos que no tenían más opción que huir del país.
 
 
Yo conocía la historia. Roberto Bolton me la había contado en una de esas tantas interesantes conversaciones que sostuvimos cuando viví en la Villa Francia, una población en la zona poniente de Santiago. En la ocasión Roberto nos contó como realizaron la operación para ingresar a 23 refugiados a la Nunciatura. Antes ya habían realizado varias operaciones del mismo tipo para salvar gente en otras embajadas, pero nunca habían acudido a la del Vaticano.
 
 
La historia es la siguiente. Piero Biggio, en ese entonces de 37 años, era el encargado de negocios, es decir, el perro chico de Monseñor Sotero Sanz, el jefe de la delegación diplomática romana en Santiago, que por aquellos días se encontraba fuera de Chile. Eran 23 refugiados que fueron acompañados por dos sacerdotes católicos, entre ellos, José ALdunate, y un sacerdote evangélico. Saltaron el cerco, se escondieron entre los arbustos y los guías se dirigieron a la casa diplomática a comunicar lo que se estaba realizando y a solicitar asilo para estas personas. Antes habían conversado con otro cura que en ese momento estaría ahí en la Embajada, era Joaquín Alliende. Pero Biggio era el jefe y mostró el rechazo de inmediato, varias veces, incluso luego de informarle que varios importantes obispos de América Latina y Europa, estaban dispuestos a recibir e interceder en sus respectivos países para que los refugiados pudiesen ser albergados. Pero Biggio continuó con su negativa y llamó a los policías que custodiaban la calle y que ni siquiera se habían enterado de lo que sucedía. Pues justo en ese momento en que iba a comunicar y entregar a los perseguidos a estos policías, el cura Alliende le grito “NO, esto si que NO”. Ahí recién Biggio retrocedió en su intento de mandar a la muerte a estas personas y accedió a que comenzarán las negociaciones diplomáticas. La solución fue sacar a las personas de allí, fueron trasladadas a otro edificio de la iglesia católica al cual el gobierno se comprometió a reconocerle también inmunidad diplomática. Desde allí, luego se organizó el viaje de todos a Buenos Aires y después al exilio.
 
 
Pasó el tiempo, Piero Biggio Volvió al Vaticano y en los años ’90 volvió a Chile como Nuncio Apostólico Romano en Santiago. Qué tal?
 
 
Pues, el 10 de marzo, Roberto Bolton, de 90 años lanzó su libro “soy Testigo”, con sus memorias y testimonio de vida junto al pueblo y la forma cómo fue descubriendo el evangelio de la lucha de liberación de los pobres. Roberto califica a Biggio como una persona con “falta de humanidad y caridad cristiana” y que difícilmente podría borrar su “testimonio anti evangélico tan persistentemente sostenido”.
 
Biggio murió en el Vaticano en 2007.
 
Roberto lanzó su libro el último día del gobierno de Bachelet. Tenía fecha para el 5 de marzo en el recién inaugurado Museo de la Memoria, ahí en Matucana, pero el terremoto del 27 de febrero causó algunos daños en este edificio, por lo que la ceremonia se realizó en un salón de las instalaciones que la organización eclesial “Hermanitas de los Pobres”, también en el barrio Matucana, tiene en calle San Pablo. Bolton no quería que su libro sea lanzado en el gobierno el derechista de Piñera. Hay razones simbólicas para esto, pues mucho del texto es el testimonio de construcción de una Iglesia Liberadora, y luego defendiendo los derechos humanos en tiempos de dictadura.
 
 
El auditórium se llenó de gente de diferentes sectores sociales y edades. Estaban desde amigos de juventud hasta las recién conocidas monjas de las Hermanitas de los Pobres, y por sobre todo, mucha gente de la Villa Francia y los curas con los cuales caminaron juntos especialmente la segunda mitad del siglo 20. El texto trae numerosos testimonios como el ocurrido con Piero Biggio, y también está parte de la historia del Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo, que en pleno mando de la dictadura criminal, ladrona y represiva de Pinochet y sus secuaces, denunciaba los lugares donde se estaba torturando o donde había gente detenida.
 
 
La primera parte del libro también es exquisita, pues cuenta todos sus años de juventud y los veranos que junto a su familia pasaba en el Tabo, en la costa Central, casa que tuve el honor de conocer y donde pasé un verano hospedado disfrutando de conversaciones, lecturas de novelas y de todos los diarios de circulación nacional y numerosas revistas nacionales e internacionales a las cuales el hermano de Roberto, el arquitecto y poeta Carlos Boltón, estaba suscrito.
 
 
Roberto está ciego, por tanto ya no usa sus característicos lentes gruesos y transparentes y se dejó una enorme barba. Está totalmente desconocido a como lo vi hace unos años, cuando lo visité en el hospital de la Universidad Católica cuando se sometió a uno de sus tantos tratamientos. Se emocionó cuando le dieron la palabra y señaló que siempre su vida había estado ligada a la búsqueda de “fidelidad la Maestro y de compromiso con los pobres”.
 
 
Cuando me acerque para despedirme, le dije quién era y luego de los saludos de rigor, me preguntó por varios de mis compañeros con los que vivimos en Villa Francia y mandó saludos a todos.
 
 
A pesar de mi cercanía con varios de estos sacerdotes, no soy creyente y logramos convivir sin problemas en la fraternidad, el cariño, la solidaridad y los genuinos deseos de paz y bien.
 
 
Parte del último párrafo del libro termina así: “Ahí están los imperios, tantos imperios poderosos que subieron y bajaron en la dominación de los pueblos; ahí están los reyes y ahí están los papas, empujaron y frenaron la historia; y aquí estamos nosotros hoy, acaso nuestro mundo, nuestra sociedad, nuestra civilización actual, no se ufanó en haber sido de las más poderosas en acelerar el progreso de la ciencia, de la técnica, de todos los quehaceres humanos y acaso no está hoy frenada, detenida, atajada, en una crisis de la cual no saben cómo salir…”.


En medio de los pobres murió el padre Roberto Bolton García

Falleció esta mañana a los 93 años de edad. Será velado en la comunidad "Cristo Liberador" de Villa Francia, donde esta noche se oficiará una misa por su eterno descanso.


Tal como vivió, en medio de la gente. Así murió este jueves el padre Roberto Bolton García, en la residencia para el adulto mayor del Pequeño Cottolengo de la comuna de Cerrillos. El deceso se produjo mientras dormía, a la edad de 93 años.

Sus restos serán velados a partir de esta tarde en la comunidad Cristo Liberador de Villa Francia, ubicada en Las Estepas 877, Estación Central, donde sirvió por más de 30 años.

En dicha unidad pastoral se celebrará una eucaristía a las 21 horas de este jueves 13 de junio para pedir por su eterno descanso.

Cura Obrero

Con 67 años de ministerio, el padre Roberto vivió el sacerdocio desde la opción preferencial por los pobres y entre otros servicios pastorales fue rector del Seminario Menor. Fue Asesor de la JEC, Co-fundador del movimiento Familiar Cristiano, y Fundador de la Escuela de Diáconos.

Su misa de exequias y funeral se realizará este sábado en un horario que confirmaremos por esta vía.

Con el consuelo de Jesucristo, nos unimos en oración por el eterno descanso del padre Roberto, agradeciendo a Dios por su servicio y entrega entre los pobres.


Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago

No comments: